Meteorología

Las auroras boreales sorprenden en Cádiz: impresionantes imágenes desde El Puerto y Grazalema

Aurora boreal.

Aurora boreal.

La llegada de una tormenta geomagnética, también conocida como tormenta solar, ha dejado esta noche escenas poco vistas en la provincia de Cádiz. Según confirma la Agencia Estatal de Meteorología, este fenómeno se ha podido observar en latitudes muy bajas del hemisferio norte.

Así, el cielo se ha teñido de rosa durante algunos minutos de esta pasada noche, y hay fotos en internet que dan fe de ello.

Según comentan algunos usuarios en X (antes Twitter), el efecto no ha sido visibles a simple vista pero sí se podía contemplar a través de fotos de móvil. Además, sólo se podía ver mirando dirección norte.

En la provincia y según una imagen captada por Juan José Grado (@JuanDeMaria_) se ha podido ver en El Puerto de Santa María aunque por ejemplo, no en Cádiz, como se lamentaba otro usuario. La foto de Juan José la realizó este 11 de mayo a las 00:19 y 00:21 horas. También se ha podido observar en Grazalema.

¿Cómo se produce una aurora boreal?

Según define la Organización Meteorológica Mundial (WMO), una aurora polar es un electrometeoro consistente en un fenómeno luminoso que aparece en las capas superiores de la atmósfera en forma de arcos, bandas, cortinas, etc. Por lo tanto, al contrario que los fenómenos meteorológicos habituales, se forman mucho más arriba de la troposfera, normalmente a una altitud de entre 90 y 150 km.

Según explica Aemet en un hilo en su cuenta en X, las auroras aparecen por la interacción entre el viento solar y el campo magnético de la Tierra. El viento solar es más fuerte en momentos cercanos a la máxima actividad solar, que se produce en ciclos de entre 10 y 12 años. Actualmente estamos cerca del máximo de actividad solar. Las manchas solares indican las zonas de actividad magnética solar asociada con erupciones solares atmosféricas y eyecciones de masa coronal.

Según la WMO, las auroras polares se deben a la presencia de partículas cargadas eléctricamente y eyectadas desde el sol (el viento solar), que actúan sobre los gases enrarecidos de las capas superiores de la atmósfera. El campo magnético de la Tierra canaliza las partículas, principalmente electrones y protones, que colisionan con los átomos y moléculas de los gases de las capas superiores de la atmósfera (termosfera y exosfera).

Esas colisiones provocan que los electrones de los átomos de nitrógeno y de oxígeno asciendan temporalmente a un estado energético superior, “excitado”. Al recuperarse los niveles de energía normales, se libera energía que se emite en forma de fotones de luz con distintas longitudes de onda. Las auroras polares se observan principalmente en arcos próximos a los polos magnéticos (los óvalos aurorales).

Pero si la actividad solar es muy intensa, como actualmente, las eyecciones de masa coronal o erupciones solares atmosféricas pueden intensificar el viento solar y alcanzar la magnetosfera de la Tierra, desencadenando una tormenta geomagnética. Durante estos fenómenos, el óvalo auroral se ensancha temporalmente, lo que permite percibir auroras desde latitudes más bajas.

Y eso es lo que ha ocurrido esta noche: las tormentas geomagnéticas severas de las últimas horas permiten observar auroras boreales (así se llaman las auroras polares del hemisferio norte) desde España, algo muy poco habitual.

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