otra mirada al desarrollo sostenible

¿Podría Gunter Pauli ayudar al despegue económico de Cádiz?

Gunter Pauli, durante su investidura como Doctor Honoris Causa de la Universidad de Cádiz.

Gunter Pauli, durante su investidura como Doctor Honoris Causa de la Universidad de Cádiz. / Jesús Marín

En su investidura como Doctor Honoris Causa de la Universidad de Cádiz, el economista belga Gunter Pauli, padre de la Economía Azul, explicó varios casos de éxito en la implementación de modelos de despegue económico bajo este concepto en territorios de todo el mundo, mayoritariamente insulares.

En los años 90 del siglo XX creó la Fundación Zeri (Zero Emissions Research and Initiatives). Y en 2010 publicó The Blue Economy, que en origen fue un informe elaborado años antes para el Club de Roma, al que pertenece. En esta obra propone 100 iniciativas empresariales innovadoras que pueden generar 100 millones de empleos en los próximos diez años bajo un nuevo modelo de negocio que se inspire continuamente en la naturaleza para que la sociedad sea más sostenible.

El economista, empresario y activista global frente al cambio climático ha actuado en países enteros, que incluso han instituido ministerios de Economía Azul. Pero también ha puesto en marcha proyectos en regiones más pequeñas con poblaciones en galopante descenso, con entre 50.000 y 100.000 habitantes, sin apenas tejido productivo y, por lo tanto, con altas tasas de desempleo ¿Les suena el panorama? ¿Se parece quizás a la situación por la que atraviesan Cádiz y otras poblaciones de la provincia? ¿Podrían ayudar las recetas de Gunter Pauli al despegue económico de la capital gaditana y de la provincia?.

Ya en 2022 dijo en Innovazul que veía "el símbolo del futuro azul de Cádiz en un yogur de salicornia" y en 2023 planteó en el Blue Zone Forum de la Zona Franca de Cádiz una revolución en el transporte marítimo. Veamos de qué premisas parte y cuáles son esos casos de éxito que el padre de la Economía Azul relató durante su discurso de agradecimiento.

Pagar más por lo sostenible lleva a "una economía para ricos"

"La Economía Azul establece claramente el marco para un nuevo modelo empresarial en el que el más competitivo ya no es el más barato, sino el que genera más valor. De hecho, tenemos que admitir que para ser y seguir siendo el más barato, 'hay que recortar gastos'", argumenta este emprendedor que ha trabajado para gobiernos y organizaciones no gubernamentales de todo el mundo.

"Es imposible ofrecer productos o servicios baratos y cuidar bien de la mano de obra, y regenerar los ecosistemas dañados. Al mismo tiempo, no es factible pedir al cliente que pague más para ser sostenible, ya que eso sería una economía para ricos. Y eso nunca podría asegurar la transición que se necesita", afirma Gunter Pauli.

"La economía crece generando más valor; los medios de subsistencia son viables cuando también hay resiliencia. Las economías aisladas sin recursos naturales han demostrado continuamente que añadir valor es la clave de la competitividad", sostiene el Doctor Honoris Causa de la UCA.

"Las economías de rápido crecimiento, desde Taiwán hasta Singapur, han demostrado que este es el camino a seguir, incluso cuando China y Malasia pueden reconocerse como vecinos económicos poderosos e intimidantes", añade el economista.

"Por tanto, una sociedad que adopte la sostenibilidad debe centrarse en generar múltiples ingresos, crear valor utilizando los recursos disponibles y garantizar que existan vínculos en la red que creen un impacto positivo, centrándose en responder a las necesidades básicas de todos y creando resiliencia, de modo que cuando se produzca una recesión, existan diversas formas de superarla", proclama Gunter Pauli.

"Superar la competencia generando valor": Algunos ejemplos

"En los últimos 40 años, el modelo de la Economía Azul ha demostrado su eficacia en las economías locales, con más de 200 proyectos ejecutados. Esta metodología probada también se aplica ampliamente a las regiones insulares y costeras. La estrategia de ayudar a las islas de todo el mundo a diseñar un futuro basado en lo que tienen disponible localmente", sostiene el economista.

"En 1986, Singapur fue el primer gobierno que nos pidió consejo sobre cómo reconvertir su tradicional economía insular. La Junta de Desarrollo Económico (EDB) estaba convencida de que su futuro no estaba en la industria manufacturera, e incluso las tecnologías no parecían garantizar el crecimiento. Sugerí industrias de servicios, especialmente médicos. El plan se aplicó con éxito", recuerda Gunter Pauli. 

"Poco después, en 1987, la isla de Bahrein, en el Golfo Pérsico, quiso conocer las mejores opciones de futuro y contribuí a la creación de un centro financiero. Hoy su economía prospera gracias a los servicios financieros", relató.

"En 1992, la isla de Zanzíbar, en el Océano Índico, necesitaba revertir la pobreza y el hambre que provocaban la pesca con dinamita y la destrucción de los arrecifes de coral. La puesta en marcha de un programa de cultivo de algas dio lugar a la generación de 23.000 puestos de trabajo, principalmente para mujeres, con unos ingresos medios superiores a los de un empleado público en Dar es Salaam", recordó.

"En 1996, la isla de Gotland, en el mar Báltico, necesitaba frenar la desaparición de su base de empleo tras el cierre de la fábrica de cemento, la planta procesadora de leche y la fábrica de cerveza. La pérdida de miles de puestos de trabajo en una isla de sólo 50.000 habitantes causó conmoción. Una novedosa estrategia para crear valor a partir de las zanahorias (25% de la producción sueca), la apertura de una panadería que utilizaba grano usado de una microcervecería recién creada y la reconversión de la antigua gran fábrica de cerveza en un campus universitario dieron la vuelta a la situación", explicó Gunter Pauli.

El caso de la isla de El Hierro

Suma y sigue: "En 2002, la isla de El Hierro, en España, se enfrentó a un cierre inminente de todas las instalaciones públicas, hasta que los dirigentes locales decidieron adoptar una docena de nuevas actividades económicas, entre ellas la producción de vino a partir de las uvas locales, la conversión de leche de cabra en yogur, helado y queso, la reapertura del matadero local y la pesca con sedal, incluida la captura y suelta de peces hembra llenos de huevos. El relanzamiento de la producción local requirió energía y agua adicionales. En 2014, El Hierro se convirtió en la primera isla alimentada por energía eólica e hidroeléctrica y agua distribuida solo por gravedad".

"En 2004, las Seychelles se convirtieron en la primera nación insular en tener un Ministerio para la Economía Azul, y mi documento político describió la oportunidad de convertir la región en la Suiza del Océano Índico. El ejemplo de Seychelles estimuló a Maldivas, Isla Reunión y Mauricio a seguirle con docenas de iniciativas que fortalecen la economía local", añadió el economista.

El Caribe siguió el ejemplo. "Residentes de las Bahamas solicitaron planes de aplicación detallados para el diseño de residentes autosuficientes, como Bond's Island en 2015, a la que siguió el mismo año la isla de Bonaire (parte de los Países Bajos), donde los pescadores se convirtieron en custodios de viveros de coral", agregó Gunter Pauli.

"La demanda de asesoramiento concreto sobre cómo convertir los recursos locales de las islas en oportunidades creció rápidamente en todos los continentes, incluido Santo Tomé y Príncipe (2019), frente a la costa nigeriana", explicó el economista.

"En Europa, la isla de Capri llegó a la conclusión en 2020 de que el turismo no tiene futuro y se diseñó una estrategia para empezar a recuperar el patrimonio mediterráneo, incluido el caballito de mar negro.

"En 2024 habrá más de 20 ministerios para la Economía Azul, incluido el de Nigeria. Como organización que asesora a los gobiernos insulares, fuimos clasificados durante más de una década como una de las diez organizaciones de asesoramiento político más creativas del mundo, según la clasificación de la Universidad de Pensilvania, EE.UU.", aseguró.

Gunter Pauli trabaja ahora en el diseño de los buques del futuro, con el MS Porrima, un epectacular barco movido solo con energías renovables y que pretende ser un prototipo de ellos. Su objetivo es producir al menos 100 buques para 2029, que se integrarían en una red que denomina el Metro del mar.

"La última pregunta que cabe hacerse es: ¿qué ganan Europa, España y Cádiz?", dijo. Por eso la facultad de la Economía Azul, de la mano de los actores locales debe aprender del marco conceptual, de las estrategias ya desplegadas hoy, y diseñar su estrategia que debe tener un objetivo claro: el fortalecimiento del bien común, la construcción de la resiliencia de las comunidades y regenerar los ecosistemas de los que dependemos", concluyó.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios